Columna del director ejecutivo de Fondo Naturaleza Chile, Eugenio Rengifo.
El día internacional de la diversidad biológica nos convoca a poner en valor y trabajar por su conservación. Es, justamente, la biodiversidad la más amenazada con la crisis de extinción de especies y al mismo tiempo nuestra defensa natural más fuerte contra el cambio climático.
[Crédito fotografía Trombollito Robusto @Pablo Zavala]
Chile es millonario en biodiversidad y su conservación efectiva es, entonces, una de las claves frente al cambio climático. Esto implica conocer cómo se manifiesta el éxito de medidas implementadas en la conservación, bajo qué escenario o contextos funcionan, cómo es posible adaptarlas oportunamente, quiénes pueden colaborar en su diseño, implementación y monitoreo y, finalmente, cómo financiar y perpetuar aquellas medidas que resultan exitosas.
Chile también ha avanzado en la superficie terrestre y marítima protegida, contando con 199 áreas silvestres protegidas terrestres, entre categorías como parques nacionales, reservas nacionales, monumentos naturales y santuarios de la naturaleza, y un sistema de áreas marinas protegidas que nos posiciona como el quinto más extenso del mundo; con más de 43% de la Zona Económica Exclusiva del país se encuentra bajo categoría de protección.
La tarea de conservación de nuestra biodiversidad es un pilar para la sustentabilidad y el bienestar actual y futuro del país y del planeta. Lamentablemente aún es poco reconocido, lo que se refleja en la casi nula inversión que hace Chile en conservación, y que lo posiciona entre los diez países que menos invierte recursos para la conservación de la biodiversidad, lo que impacta en la conservación efectiva y restauración de la naturaleza. Las áreas marinas protegidas, por ejemplo, tienen un déficit de financiamiento que llega al 96%.
¿Cómo no tomar pasos decisivos para proteger la Corriente de Humboldt, una de las ecorregiones marinas más ricas y productivas que existe, y recorre el territorio chileno casi en su totalidad desde Chiloé hasta Arica, continuando hacia el mar de Perú, irradiando de vida el Océano Pacífico?
La conservación efectiva de la biodiversidad nos llama a unir esfuerzos y cambiar paradigmas, uno de ellos es el pasar del concepto de gasto en conservación y reorientarlo por recursos como Inversión en naturaleza: Capital Natural. En el estudio más abarcador hasta la fecha sobre las implicaciones económicas de proteger la naturaleza, más de cien economistas y científicos concuerdan en que la economía mundial se vería ampliamente beneficiada con el establecimiento de muchas más áreas protegidas en tierra y mar de las que existen hoy. El informe liderado por Anthony Waldron considera varios escenarios de protección de por lo menos el 30% de la tierra y el océano del mundo para mostrar que los beneficios superan los costos en al menos 5:1.
En Chile tenemos el instrumento para cambiar el escenario a través del fondo nacional ambiental, que nos invita a invertir en la conservación de la biodiversidad, la red vital que hace posible que toda actividad humana y no humana florezca.
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